El número 13, en plena "segunda época" de Antimitomanía ya demostraba un compromiso concreto con la necesidad de una nueva conciencia, de una libertad que ya no podía ser solamente "interior".
En plena dictadura (junio/julio de 1979), había que tener cuidado con cada palabra que se publicara. Por eso, por ejemplo, el artículo reproduciendo un texto de Aldo Pellegrini sobre el surrealismo, tenía el título mutilado (en las letras grandes, no así en el texto, los muchachos de inteligencia no leían tanto). Thomas Merton, con su cara de monje bueno, ayudaba a hablar sobre las actitudes liberadoras profundas. Y muchos poetas y propuestas alternativas de aquellos años. Haciendo click en el enlace se podrá leer el facsímil del número completo.