Se autodefinió en aquellos años: "Pequeña publicación de exploración humana. Arte y demás yerbas. Actitud vital contra la mentira; búsqueda de la verdad, no es un compendio de recetas sobre la verdad.
Mitomanía es la palabra muerta, Antimitomanía es la palabra viva."

jueves, 12 de julio de 2012

El número 7

Ya en el número 6 comenzamos a contar con la colaboración de Pancho Tarrío como ilustrador. En este número se sumaría Gustavo Silva.

Otra incorporación fue la de Alberto Viola al equipo editor. Alberto, hasta ese momento, tenía su propia publicación (ESCRITOS) que decidió fusionar con Antimitomanía.

Toda esta aventura adolescente, en plena noche de la dictadura, iba acompañada de una intensa y espontánea comunicación personal.

En la casa de Pancho, en la casa de Marcelo, en las plazas, los bares de Retiro o Constitución (puntos de encuentro pactados casi siempre por ser accesibles para los que venían del interior o ser equidistante para los de Capital o Gran Buenos Aires), se hacían encuentros en donde se intentaba aunar esfuerzos, compartir experiencias, darle un rumbo al impulso creador.

El número completo en el enlace:

Antimitomanía nº 7

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